martes, 8 de abril de 2014

Full English Breakfast, el contundente desayuno típico de Reino Unido

La máquina de vapor o las granadas de mano son dos inventos británicos. Pueden parecer contundentes, pero existe un ingenio que es mucho más explosivo: el full English Breaksfast o desayuno completo inglés, su forma más característica de empezar el día.

Todo el que ha viajado alguna vez a Londres o Dublín se ha quedado a cuadros con los típicos desayunos ingleses: judías, embutido, morcilla... ¡A tope de power! En este artículo os vamos a contar el origen de esta tradición, algunas de sus variantes y todo lo que no debe faltar en una de estas bombas culinarias.


Empecemos por el principio. Estos contundentes desayunos están documentados desde hace más de 150 años, apareciendo bajo denominaciones como bacon and eggs (el nombre habla por si solo) o scotch breakfast. En definitiva, sustanciosos desayunos para encarar las maratonianas jornadas a las que tenían que enfrentarse los trabajadores británicos.

Durante el siglo XX la receta se fue enriqueciendo, incorporando nuevos elementos como cereales, tostadas o incluso pescado. Vamos, la antítesis del desayuno continental. Con el tiempo, fueron surgiendo variantes regionales: el full irish breakfast, compuesto por panceta, pudding e incluso hígado; el full welsh breakfast, que incluye puré de algas con copas de avena; la versión estadounidense, que también tiene filetes y tortitas...

¿Cuáles son los ingredientes que nunca deben faltar en un auténtico full English Breakfast? Unánimente se acepta que no deben faltar la panceta, los baked beans (judías estofadas), morcilla y huevos fritos. También suelen ir champiñones, patatas, tomates e incluso pudding. 

Eso sí, si empezáis el día de esta manera, dedicad al menos media hora a caminar y quemar unas cuantas calorías.



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