Aunque llevan décadas haciéndolo, todavía hay mucha gente que no sabe que se puede desayunar en McDonalds. Y cuando uno piensa en hacer la primera comida del día en esta cadena americana, es imposible la referencia al McMuffin. ¿Sabéis lo que es? ¿Lo habéis comido alguna vez? ¿Queréis saber cual fue su origen?
El McMuffin es como una hamburguesa, con una gran modificación: sustituye la carne por un huevo frito. De este modo, queda un desayuno contundente (ya que también lleva bacon y queso) aunque mucho más ligero que una hamburguesa convencional. Existen versiones con salchicha, con tomate o mezclando todos estos ingredientes, aunque el clásico es el Egg McMuffin.
Este plato surgió en el año 1973. Se sirvió por primera vez, de manera experimental, en un establecimiento de Goleta (California). De hecho, todavía hay un cartel que conmemora haber sido los pioneros con este plato. Rápidamente se extendió por todo Estados Unidos, para dar el salto a Europa y al resto del mundo en los años 80. Al principio se servía a cualquier hora, pero rápidamente se centró en los desayunos.
Enfocar este producto únicamente al desayuno no fue un capricho, sino una manera de fortalecer la oferta de McDonalds en esa franja horaria. Cafés, donuts y croissants hicieron que la principal cadena de hamburguesas del mundo se convirtiera, además, en uno de los principales establecimientos para desayunar.
No es que sea el plato más vendido de la franquicia, dado que la estrella indiscutible es el Big Mac. Tampoco es el más popular, puesto que sin duda se lleva la desaparecida McRib. Sin embargo, es una manera original de empezar el día, aunque su alto contenido en sales y calorías hace que sea recomendable su consumo esporádico.
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